Transcurridos cuatro años desde la celebración del III Taller, se hacía necesario de nuevo el desarrollo de un encuentro de trabajo que permita, en base a la presentación y recopilación de las experiencias vividas desde los dispositivos de prevención y extinción de incendios forestales de la CCAA y la Administración del Estado, intercambiar los resultados y consecuencias derivadas del análisis de los procedimientos operacionales adoptados.
Como en las ediciones anteriores, este evento permitió el avance en el conocimiento de las dificultades en el desarrollo y aplicación de acciones para mitigar el impacto de los incendios forestales y el análisis de soluciones estratégicas dirigidas a la ayuda en la toma de decisiones en los actuales escenarios de complejidad operacional.
La discusión entre ponentes y asistentes permitió la actualización e intercambio de las vivencias, la identificación de soluciones a los problemas analizados en los talleres anteriores, así como el establecimiento de nuevos retos para la mejora de los procedimientos operacionales en el marco de la seguridad y la eficiencia.
Las conclusiones del Taller fueron las siguientes:
Conclusiones generales
- Los tratamientos lineales tradicionales son ineficaces para la extinción de Grandes Incendios Forestales (GIF), siendo necesaria una gestión a nivel de masa o rodal.
- La gestión forestal no contribuye a que no arda el monte, pero sí contribuye a la necesidad de hacer más resiliente y resistente el territorio y, en consecuencia, a la minimización de los daños sobre los recursos tangibles y los servicios ecosistémicos.
- La mejor gestión preventiva del monte es, como su propio nombre indica, gestionar el monte, mediante una conciliación de intereses o corresponsabilidad de todos los actores y organismos y el establecimiento de unos objetivos estratégicos y una política forestal.
- Surge la necesidad de la potenciación y/o generación de un mercado de los productos forestales, que promueva una industria de transformación de las materias primas y de la demanda de esos productos.
- La gestión de la comunicación en emergencias, tanto a nivel interno como social, desempeña un papel esencial y exige formación, entrenamiento e inversión de los dispositivos de extinción.
- Los sistemas de emergencia son complejos y requieren de soluciones novedosas, demandando la concentración de esfuerzos en base al peligro potencial, al plan de ataque en ventanas de oportunidad, a la proactividad de los escenarios estratégicos y a la gestión de zonas de autoprotección de la población.
- La complejidad de la gestión de incendios forestales demanda de la colaboración entre ciencia y gestión para la ayuda a la toma de decisiones, si bien es requerido un feedback y una innovación constante.
- Las decisiones deben estar justificadas desde el conocimiento técnico y la capitalización de la experiencia, siendo necesario un avance en la acreditación y el reconocimiento profesional. La gestión de incendios requiere de una mezcla de experiencia más conocimiento y, para ambas realidades, necesitamos aprendizaje.
Conclusiones específicas
- La creación de la figura de Coordinador Logístico o área de logística propia en GIF, donde se acumulan una gran cantidad de medios aéreos para repostar y descansar, facilita la gestión del incendio.
- Surge la necesidad de una directriz técnica de operación de los medios aéreos en incendios forestales.
- La publicación de un procedimiento de relevos para GIF de larga duración, simplificaría y ordenaría la gestión y seguimiento de los recursos que deben incorporarse al incendio. En este sentido, se recomienda el relevo del staff de mando previo al resto de medios.
- La colaboración trasfronteriza y la ayuda entre comunidades autónomas constituye una gran oportunidad de aprendizaje y de mejora de los dispositivos de incendios.
- La declaración responsable como sistema de “autorización” puede constituir una herramienta eficiente para la ejecución de los planes de prevención y la reducción de los incendios por quemas.
- La simultaneidad de incendios y la afección a población son un gran problema que requiere de una mejora en la coordinación de los equipos de incendios con Protección Civil, Cruz Roja y los gobiernos locales o ayuntamientos.
- La gestión de las emergencias requiere de un soporte jurídico, organizativo y formativo frente al error. Se aprende más del éxito propio que del ajeno y también más del fracaso ajeno que del propio.
- La capitalización de la experiencia, de forma escrita, es muy necesaria, aunque ello conlleve un tiempo a los gestores y/o técnicos. Hay que aprender de lo ordinario para prepararse para lo extraordinario, es decir, controlar lo extraordinario con el conocimiento de lo ordinario.
- El refuerzo del dispositivo de extinción en base al riesgo es fundamental dado el cambio global y las herramientas tecnológicas existentes.
- Hay que trasladar a la población que se pueden mitigar los impactos de los GIF, pero no apagarlos dada la virulencia y peligrosidad de las llamas. Ningún técnico puede poner en duda o delegar su propia seguridad.
Fruto de todo este conocimiento vivido y, en parte aprendido, se ha escrito un artículo en el Nº7 de la Revista de Incendios y Riesgos Naturales.